Esta es una de esas recetas familiares llenas de nostalgía y de buenos recuerdos. Adoro la Navidad, y sobre todo, sus dulces, pero en especial los dulces tradicionales y artesanos.
Quizás porqué mis abuel@s cada día están más mayores, cada año que pasa añoro más todos esos dulces que siempre han preparado para nosotr@s, que ya no pueden hacer (demasiadas horas en la cocina para ell@s) y que poco a poco me estoy dedicando a recuperar.
Los roscos son unos de esos dulces que mis abuelos preparaban siempre por Navidad y hace ya casi 5 años que mis abuelos los elaboraron por última vez, y este año, en un momento de nostalgía, he querido recuperarlos para ellos. Ha sido uno de mis regalos de navidad y les ha encantado.
Ingredientes
Para la masa
Para decorar
Elaboración
Lo más difícil de preparar según mi abuela es la masa, pero gracias a mi superpanificadora ha sido de lo más sencillo.
Colocamos en la cubeta de la panificadora los huevos (a temperatura ambiente), el azúcar, el anís, el zumo de naranja, la leche, el aceite de oliva, 600g de harina y la levadura.
Conectamos el programa de amasado y nos ayudamos de una lengua de silicona para controlar que se incorporen bien todos los ingredientes. Cuando la masa sea uniforme, añadimos 50g de harina, cuando se incorpore bien 50g más y así hasta completar los 800g. Esto nos permite controlar la cantidad de harina que necesaria, que podrá variar ligeramente en función del tamaño de los huevos y del zumo de naranja.
Dejar que la máquina amase la masa hasta que se despegue de las paredes, como en la foto.
Para que os hagais una idea, el tiempo total que estuvo funcionando el programa de amasado fue de unos 20-25 min.
Desconectamos el programa y dejamos reposar la masa dentro de la panificadora 30 minutos.
Úntamos con aceite (el mismo de la masa) el mármol de la cocina y nuestras manos (nunca harina) y colocamos la masa la masa encima. Vamos cogiendo pequeñas porciones y hacemos los roscos.
En una sartén honda calentamos aceite de oliva (0,4º) y freimos los roscos. Un truco, al introducir los roscos en el aceite este debe estar caliente, pero hay que bajar el fuego para que no se quemen y se hagan por dentro.
Una vez fritos y retirado el exceso de aceite, mojamos los roscos en anís y los pasamos por una mezcla de azúcar y canela (la cantidad de canela al gusto).
Y ya están listos para comer!!!
Ingredientes
Para la masa
- 4 huevos medianos
- 200g azúcar
- 30 ml anís dulce del mono
- El zumo de una naranja (90-100ml)
- 80 ml aceite de oliva virgen extra
- 60ml leche entera
- 800g harina de trigo especial repostería
- 1 sobre de levadura royal
Para decorar
- Anís dulce
- Azúcar
- Canela
Elaboración
Lo más difícil de preparar según mi abuela es la masa, pero gracias a mi superpanificadora ha sido de lo más sencillo.
Colocamos en la cubeta de la panificadora los huevos (a temperatura ambiente), el azúcar, el anís, el zumo de naranja, la leche, el aceite de oliva, 600g de harina y la levadura.
Conectamos el programa de amasado y nos ayudamos de una lengua de silicona para controlar que se incorporen bien todos los ingredientes. Cuando la masa sea uniforme, añadimos 50g de harina, cuando se incorpore bien 50g más y así hasta completar los 800g. Esto nos permite controlar la cantidad de harina que necesaria, que podrá variar ligeramente en función del tamaño de los huevos y del zumo de naranja.
Dejar que la máquina amase la masa hasta que se despegue de las paredes, como en la foto.
Para que os hagais una idea, el tiempo total que estuvo funcionando el programa de amasado fue de unos 20-25 min.
Desconectamos el programa y dejamos reposar la masa dentro de la panificadora 30 minutos.
Úntamos con aceite (el mismo de la masa) el mármol de la cocina y nuestras manos (nunca harina) y colocamos la masa la masa encima. Vamos cogiendo pequeñas porciones y hacemos los roscos.
En una sartén honda calentamos aceite de oliva (0,4º) y freimos los roscos. Un truco, al introducir los roscos en el aceite este debe estar caliente, pero hay que bajar el fuego para que no se quemen y se hagan por dentro.
Una vez fritos y retirado el exceso de aceite, mojamos los roscos en anís y los pasamos por una mezcla de azúcar y canela (la cantidad de canela al gusto).
Y ya están listos para comer!!!