¡Por fin he tenido tiempo de ponerme a escribir el post de Dublín! ¡Tenía muchas ganas de compartirlo con vosotros! Los que me seguís a través de mi página de facebook ya sabéis que muy recientemente he hecho una escapada de fin de semana a la bella ciudad de Dublín, y digo recientemente, porqué en mi cabeza aun voy tarareando algunas de las canciones que escuché en los pubs ;)
Era un destino que tenía pendiente visitar desde hacía más de tres largos años. Mi idea inicial era escaparme un verano y recorrer toda Irlanda en coche, pero por esas cosas que a veces pasan en la vida decidimos dejar la visita a la isla para más adelante y hacer una primera toma de contacto con una escapada a Dublín, una escapada que he de confesar que se me ha hecho muy muy corta.
Dublín es una de esas ciudades en las que nada más llegar te sientes como en casa. Es agradable y acogedora. Sus gentes son amables a más no poder, ¡es tan fácil relacionarse allí! Da igual si estás en un restaurante, en un pub, cogiendo un taxi o si necesitas ayuda, siempre te atienden con una sonrisa y con una calidez que, sinceramente, he encontrado en pocos lugares del mundo.
Para los que habléis inglés y os de miedo el acento irish, no sufráis, se entiende, no tardaréis demasiado en captar su sonoridad. Os lo dice una que aunque ha estudiado en escuela oficial, algun título se ha sacado y no tiene verguenza alguna en hablar en inglés (de hecho me pongo mosca cuando viajamos si no me dejan hablar a mi ;) aun tiene dificultades de comprender algunas series en inglés.
Se me hace dificil explicar en un post todas las vivencias que he tenido en Dublín, han sido muchas, muy variadas y todas ellas positivas. Así que como esto es un blog gastronómico, me centraré en todo lo relacionado con la comida.
El primer día, nada más llegar, aterrizamos en un pequeño restaurante situado en una callecita perpendicular a la transitada Grafton Street, Kitchen. Con una pequeña carta pero completa ya nos empezamos a hacer a la idea de lo deliciosa que resultaría la comida irlandensa. Lo mejor de este restaurante son los platos del día elaborados con verduras, pescados y carnes frescas; sin olvidarnos de los postres. Yo probé el típico apple pie irlandés, una deliciosa tarta tibia de manzana con un toque ácido que contrasta con la masa quebrada dulce y el helado de vainilla, ¡ummmm! Además puedos deciros que me comí la mejor butternut squash soup que he probado, ligeramente picante, servida en un gran plato de madera, con pan de soda casero y mantequilla de la buena, ¿porqué no servirán aquí así las sopas?
Lo mejor para reponer fuerzas por la tarde es ir a una de las muchas cafeterías dublinesas. Mi favorita, Bewley's Grafton Street Café, es la cafetería más antigua de Dublín. Fundada por Ernest Bewley en noviembre de 1927 ha sido punto de encuentro de artistas y escritores. El café posee una gran belleza aquitectónica, destacan especialmente las vidrieras diseñadas por Harry Clarke.
Los pubs. Lugares de encuentro, centro de la vida social, y donde se encuentra la mejor comida de Dublín. Ni que decir tiene que el famoso The Temple Bar es más que una visita obligada, un lugar donde disfrutar de buena musica y buen ambiente, y si tenéis un poco de suerte (yo la tuve) disfrutaréis como nunca con el guitarrista Dave Browne, el guitarrista que este año consiguió batir el récord guinness de la marathon de guitarra tocando más de 114h seguidas.
Otro pub muy popular situado en la zona de Temple Bar es Gogarty's (Oliver St. John Gogarty). Lo mejor de este pub son sus diferentes ambientes y su restaurante con platos tradicionales irlandeses como el irish stew, el guinness bread, el fish and chips o su bailey's cheesecake. Aviso que el restaurante es caro, pero vale la pena, yo probé el fish and chips, un platazo enorme, como podéis ver en la foto, con un lomo de pescado blanco de más de medio quilo cocinado al punto, acompañado de un super cubo de patatas fritas caseras, puré de guisantes, patatas al vapor y salsa tártara. ¡Fuimos incapaces de acabarnos el plato! Lo mejor de este pub es que puedes esperar en una de sus salas con música en directo tomándote una guinness mientras esperas tu mesa, en la primera planta suele haber música "más actual" y en la segunda música tradicional.
¿Qué es lo más famoso de Irlanda? Está claro verdad, la Guinness. Seas o no amante de la cerveza, a mi no me gusta demasiado, una visita a la Guinness Storehouse es toda una experiencia. Te explican paso a paso el proceso de elaboración de la cerveza activando todos tus sentidos, el ambiente del Storehouse es una invitación al desarrollo de nuestras inteligencias múltiples, luz, color, olor, sabor, sonido... todo te envuelve para entrar dentro del mundo Guinness. Casi me atrevería de decir que lo mejor de toda la visita el el Gravity Bar, desde donde tienes una vista de 360º de la ciudad de Dublín mientras disfrutas de una pinta, es un lugar perfecto donde relajarse.
En algun lugar leí que en los restaurantes Guinness Storehouse del servían un delicioso beef&guinness stew y como dió la casualidad de que estábamos de visita en la fábrica a la hora de comer, nos lanzamos a probarlo. Debe de ser que me encantan los guisos de cuchara y de que he disfrutado mucho de la comida irlandesa, pero a mi me pareció una auténtica delicia. Cocinado en grandes ollas de Le Creuset a fuego lento, acompañado de champ, un puré de patatas que está de guarnición en la mayoría de platos, y con una ternera tan tierna que se deshacía en la boca a mi me sabió a gloria.
No quiero acabar mi recorrido por los pubs sin hablaros de O'Neill's. Situado a pocos metros de Grafton Street y de la escultura de Molly Malone, tienen un delicioso bufet de comida típica irlandesa a buen precio abierto hasta altas horas de la noche, además de ofrecer música en directo a diario.
En Dublín siempre hay tiempo para las compras. Como se que os gustan los libros de cocina, si visitáis la ciudad reservaos tiempo para visitar las librerías del centro, las secciones de libros de cocina son para perderse en ellas. Pero si lo que queréis sin utensilios de cocina, no podéis abandonar la ciudad sin visitar avoca, ¡tiene de todo! libros de cocina, cupcake stands, moldes de todas las medidas y tipo, productos típicos, vajillas, tazas, cubiertos... ¡Los cupcakes stands son una monada y nunca he visto tantos juntos en una tienda! Los avoca cookbooks son 100% recomendables, no sólo son fantásticos por sus recetas sino por un estilismo más que cuidado, yo me compré A year at Avoca, y porqué iba con equipaje de mano que si no arraso!!!
Se me hace dificil explicar en un post todas las vivencias que he tenido en Dublín, han sido muchas, muy variadas y todas ellas positivas. Así que como esto es un blog gastronómico, me centraré en todo lo relacionado con la comida.
El primer día, nada más llegar, aterrizamos en un pequeño restaurante situado en una callecita perpendicular a la transitada Grafton Street, Kitchen. Con una pequeña carta pero completa ya nos empezamos a hacer a la idea de lo deliciosa que resultaría la comida irlandensa. Lo mejor de este restaurante son los platos del día elaborados con verduras, pescados y carnes frescas; sin olvidarnos de los postres. Yo probé el típico apple pie irlandés, una deliciosa tarta tibia de manzana con un toque ácido que contrasta con la masa quebrada dulce y el helado de vainilla, ¡ummmm! Además puedos deciros que me comí la mejor butternut squash soup que he probado, ligeramente picante, servida en un gran plato de madera, con pan de soda casero y mantequilla de la buena, ¿porqué no servirán aquí así las sopas?
Lo mejor para reponer fuerzas por la tarde es ir a una de las muchas cafeterías dublinesas. Mi favorita, Bewley's Grafton Street Café, es la cafetería más antigua de Dublín. Fundada por Ernest Bewley en noviembre de 1927 ha sido punto de encuentro de artistas y escritores. El café posee una gran belleza aquitectónica, destacan especialmente las vidrieras diseñadas por Harry Clarke.
Los pubs. Lugares de encuentro, centro de la vida social, y donde se encuentra la mejor comida de Dublín. Ni que decir tiene que el famoso The Temple Bar es más que una visita obligada, un lugar donde disfrutar de buena musica y buen ambiente, y si tenéis un poco de suerte (yo la tuve) disfrutaréis como nunca con el guitarrista Dave Browne, el guitarrista que este año consiguió batir el récord guinness de la marathon de guitarra tocando más de 114h seguidas.
Otro pub muy popular situado en la zona de Temple Bar es Gogarty's (Oliver St. John Gogarty). Lo mejor de este pub son sus diferentes ambientes y su restaurante con platos tradicionales irlandeses como el irish stew, el guinness bread, el fish and chips o su bailey's cheesecake. Aviso que el restaurante es caro, pero vale la pena, yo probé el fish and chips, un platazo enorme, como podéis ver en la foto, con un lomo de pescado blanco de más de medio quilo cocinado al punto, acompañado de un super cubo de patatas fritas caseras, puré de guisantes, patatas al vapor y salsa tártara. ¡Fuimos incapaces de acabarnos el plato! Lo mejor de este pub es que puedes esperar en una de sus salas con música en directo tomándote una guinness mientras esperas tu mesa, en la primera planta suele haber música "más actual" y en la segunda música tradicional.
¿Qué es lo más famoso de Irlanda? Está claro verdad, la Guinness. Seas o no amante de la cerveza, a mi no me gusta demasiado, una visita a la Guinness Storehouse es toda una experiencia. Te explican paso a paso el proceso de elaboración de la cerveza activando todos tus sentidos, el ambiente del Storehouse es una invitación al desarrollo de nuestras inteligencias múltiples, luz, color, olor, sabor, sonido... todo te envuelve para entrar dentro del mundo Guinness. Casi me atrevería de decir que lo mejor de toda la visita el el Gravity Bar, desde donde tienes una vista de 360º de la ciudad de Dublín mientras disfrutas de una pinta, es un lugar perfecto donde relajarse.
En algun lugar leí que en los restaurantes Guinness Storehouse del servían un delicioso beef&guinness stew y como dió la casualidad de que estábamos de visita en la fábrica a la hora de comer, nos lanzamos a probarlo. Debe de ser que me encantan los guisos de cuchara y de que he disfrutado mucho de la comida irlandesa, pero a mi me pareció una auténtica delicia. Cocinado en grandes ollas de Le Creuset a fuego lento, acompañado de champ, un puré de patatas que está de guarnición en la mayoría de platos, y con una ternera tan tierna que se deshacía en la boca a mi me sabió a gloria.
No quiero acabar mi recorrido por los pubs sin hablaros de O'Neill's. Situado a pocos metros de Grafton Street y de la escultura de Molly Malone, tienen un delicioso bufet de comida típica irlandesa a buen precio abierto hasta altas horas de la noche, además de ofrecer música en directo a diario.
En Dublín siempre hay tiempo para las compras. Como se que os gustan los libros de cocina, si visitáis la ciudad reservaos tiempo para visitar las librerías del centro, las secciones de libros de cocina son para perderse en ellas. Pero si lo que queréis sin utensilios de cocina, no podéis abandonar la ciudad sin visitar avoca, ¡tiene de todo! libros de cocina, cupcake stands, moldes de todas las medidas y tipo, productos típicos, vajillas, tazas, cubiertos... ¡Los cupcakes stands son una monada y nunca he visto tantos juntos en una tienda! Los avoca cookbooks son 100% recomendables, no sólo son fantásticos por sus recetas sino por un estilismo más que cuidado, yo me compré A year at Avoca, y porqué iba con equipaje de mano que si no arraso!!!
Y me despido ya, que con este post me he extendido más que de costumbre, no sin antes comentaros que si después de este larguísimo post os habéis quedado con ganas de más os he dejado algunas fotos en mi galería de flickr. ¡Seguimos charlando a través facebook!