Me chiflan las galletas. Desde siempre. Y cuando digo desde siempre, es que recuerdo haber disfrutado comiendo galletas desde que era pequeña. De hecho me han gustado siempre tanto que en casa cariñosamente me decían que era como triki. Quizás por eso aprender a hacer galletas es algo que me hizo mucha, mucha ilusión.
Pero como todo, tiene sus trucos, esos que hacen que te queden mejor y más bonitas que las galletas compradas. Todas igualitas, con su forma casi perfecta, con todos los detalles del cortador de galletas, de las que entran solas por la vista.
Yo os voy a dar mis trucos, los que a mi me han funcionado y me siguen funcionando, los que me permiten hacer galletas casi con los ojos cerrados.
Mis trucos
2. La mantequilla. Siempre se dice que la mantequilla ha de ser de buena calidad, pero he de admitir que para las galletas yo tiro siempre de mantequilla de super (casi siempre la del eroski sin sal) y me salen buenas. Lo que si que es realmente importante es que la mantequilla tenga textura pomada, para ello es necesario dejarla a temperatura ambiente el tiempo que sea necesario para que obtenga esa consistencia (a medio camino entre la mantequilla sólida y la líquida). Aquí no valen los atajos, no sirve el microondas, lo he probado y no queda igual, no se trabaja bien.
3. La masa. Una vez que hemos preparado la masa (a mano, en kitcheanid o en otro robot), casi todas las recetas recomiendan hacer una bola con ella y enfriarla. A mi esto no me funciona. Me pasa que la bola de masa está tan fría y compacta que cuando la quieres estirar casi tienes que aporrearla con el rodillo ¿no os ha ocurrido nunca? Así que yo lo que hago es colocar la masa blandita y manejable entre dos papeles de horno, la estiro con
mi rodillo ajustable hasta que tiene un grosor de 6mm, la pongo sobre un trozo de cartón rectangular para que no pierda la forma y la enfrío en la nevera durante 1 hora como mínimo.
4. Cortar las galletas. Cuando la masa está estirada y bien fría, cortar las galletas con un cortador es un pim-pam, quedan todas perfectas, con bordes rectos y lisos. A la vez que las voy cortando las voy colocando sobre la bandeja del horno, separadas entre sí, para que al hornear no se peguen. Con los recortes de la masa hago una bola, la estiro entre papel de horno y vuelvo a enfriar la masa antes de cortar las galletas, así quedan todas iguales.
5. Refrigerar las galletas antes de hornear. Admito que no siempre lo hago, depende de lo fría que está la masa, del calor ambiental de la cocina y de lo rápida que vaya cortando las galletas. De hecho con las primeras no suelo enfriar la masa pues apenas la he manipulado y ya me aseguro de tener el horno caliente y a punto antes de cortarlas. En las siguientes horneadas siempre las enfrío, la cocina está cada vez más caldeada y la masa se ha trabajado más por lo que de no enfriarse estarían muy blandas y perderían la forma al hornearse.
6. El horneado. Casi siempre se dice que cada horno es un mundo y que hay que conocerlo, pero yo tanto en mi horno actual como en el antiguo las he horneado de la misma manera. Precaliento el horno a 190º, el tiempo que tarda dependerá de cada horno, el mio solo necesita 5 minutos. Horneo las galletas durante 10 minutos (controlados con temporizador) a 190º con calor abajo y grill. Dependiendo del tamaño de la galleta pueden tardar más o menos, pero yo suelo usar siempre los mismos cortadores (clásica que es una) y es lo que me tardan. Sabemos que las galletas están listas cuando empiezan a dorarse por los bordes y al sacarlas del horno aun están blandas. Si nos excedemos con el horneado las galletas quedaran secas y duras como piedras.
7. La conservación. Cómo mejor se conservan las galletas es en una caja de lata. Yo las que tengo son recicladas de cajas de galletas de mantequilla, me resultan muy prácticas. En teoría las galletas se pueden congelar (no lo he probado), pero la verdad es que en la lata duran muchos días, los suficientes para que se acaben (yo las he tenido 2 semanas sin problemas).
Estos son todos los trucos que a mi me funcionan para hacer galletas en casa. Y vosotros ¿tenéis algún truco? Si es así os animo a que lo compartáis en los comentarios.